21 de julio de 2007

Paella






Hecho el sofrito añadió el caldo, y justo antes de poner el arroz, rompió a reír.
No había razón ni pensamiento alguno que anotase la causa de tal pronto. Simplemente reía.



Después de sesenta y tres años sobre el planeta, de haber criado cinco hijos y visto morir a otros dos -uno de ellos a los veinticinco, de accidente de tráfico, el otro apenas a los quince días de vida, por una malformación de huesos-.
Después de fregar escaleras, recoger ajos, zurcir, llevar la portería...
Después de amar.
Después de dejar su aldea para buscar un futuro, vivir durante veinte años cerca de la capital, y finalmente volver a los orígenes.
Después de los buenos momentos, de trabajar sin descanso y de llorar mucho.
Después de ver nacer a su cuarta nieta.
Después de enterrar a su Paco del alma, al que seguía hablando cuando nadie podía verla, pasados cinco años y cuatro meses justos de su entierro.
Después de "Volver", de Gardel y de "Tatuaje" de Concha Piquer.
Después de esta cuarta operación de cadera, que tanto da la lata. De la vesícula, el colesterol y la tensión descompensada.
Después de sentirse sola, sentirse joven, sentirse vieja, sentirse querida, sentirse sola.



Después de todo. Simplemente reía.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

alber!
que profundo te pones a veces.....

Unknown dijo...

Alberto!
Esta entrada me parece mítica, absolutamente cojonuda.

Viva tu prosa gitana-flamenca que grita a voces y a la vez me susurra al oído del ventrículo derecho.

Muy linda la entrada. Creo que todos conocemos una mujer que encaja en esta historia....

un saludote primo!

Kraichek dijo...

eso no es una paella!!

strange dijo...

Gordo!
sigo esperando mi entrada sobre Carmina, que ya ha tenido hasta un hormigas blancas, pero aquí ni caso. Y era la más grande, el hueco que ha dejado dificilmente pueden llenarlo estos famosetes de medio pelo de ahora.

Unknown dijo...

Jujuju, de paella nada que Gonzalo este finde se tomó raciones de pulpo y oreja (hasta dejó tres trozos de cartílago en el plato) y vivió entre vacas como un gallego más...

alakazaam! dijo...

eh kraichén -este no es de por aquina-. que sí que es paella! jeje. me metí en una web que te la hacía paso a paso y esta la fase del sofrito la que abre la entrada.

alakazaam! dijo...

bendita oreja! me acaba de contar el señor que tu eres de esas asquerosillas de que si es "cartílogo" y toda esa mierda...

también serás de esas que se quedan sin conocimiento cuando en "un país en la mochila" sale alguna vieja preparando morcillas, eh?

Unknown dijo...

Si estuvimos representando a Labordeta cuando subíamos y bajábamos los 4 km y medio de la última etapa del Camino de Santiago para ir a nuestro camping. Lo pasemos bien pero faltaba gente....

Marlon dijo...

Me ha recordado a Cándida.

Rodolfo Serrano dijo...

Magnífico. Ojalá pueda reír yo después de tantas cosas. Aunque todavía no me ha pasado tanto. Un abarzo

Anónimo dijo...

Amado albertito:

¿Por qué coño pones la foto de un revuelto de verduras en lugar de una paella? y no digas que lo has sacado de la web! por ahí se atisba coliflor o algo similar y te aseguro que eso SEGURO que no va en la paella!!!! jajajja vente para aquí y cómete una wena paellita castellonera.

Ale, saludetes.

Pd: tu poesía prosáica me gusta; haz más y la vendemos.

Calthar dijo...

Precioso.