Sin Noticias de Dios

Debido a este lag fílmico que me ha caracterizado siempre, sabréis comprender que mi recomendación de hoy llegue más bien tarde.

Agustín Díaz Yanes ponía en un aprieto a los escépticos el cine español con una película impecable en todos los aspectos.

La historia reinventa la disputa entre cielo e infierno en una clave que se sitúa entre la burocracia y los duelos de caballeros, que los amigos de la ciencia ficción y las distopías babelianas sabrán apreciar.

No tiene desperdicio el planteamiento visual y conceptual de sendos universos, con el francés como la lengua divina, y el inglés como la del averno.

El elenco de actores es de diez hasta en el más pequeño de los papeles, de modo que la película no adolece de la tan generalizada cojera interpretativa, tan común en nuestro cine. Ambientación, foto, vestuario, se aúnan en un filme que no podéis perderos, si en su momento se os escapó.

De un lado Pe-né-lo-pe Cruz, así, con todas las letras, la cuál, ya es un hecho, ha conseguido al fin ganarse mis respetos, partiendo del odio incondicional e injustificado que le profesaba, y que para nada merecía; como enviada del averno en misión especial a la tierra. Borda una interpretación que si bien no va en la línea de “No te Muevas” o "Volver", está a la altura en todo momento. Obscenamente irascible, hace de la violencia verbal un arte en un par de escenas que demuestran que no le está reservado a Tarantino.

Del otro Victoria Abril, ella, ¡con la aureola! una ángel bueno difícil de imaginar y de lo más retro-chic que tratará de llevarse el gato al agua enfrentándose a nuestra chica mala.

Fanny Ardant, Gael García Bernal, Elena Anaya… son sólo algunos de los actores que completan el elenco de una película que nació en ese año de oro para el cine español que fue 2001 (Lucía y el Sexo, Juana la Loca).

Bien, esta es mi apuesta firme para una tarde de película. Ya conoces lo que ocurre ahora: salvarte o no es cosa tuya.

Sólo para abrir boca…