Amy Winehouse - She said no (...no, no)

Si la invitas a unas cañas estás perdido…

Disco del año, disco del año, disco del año… vayas donde vayas no dejarás de escuchar elogios sobre esta jaca que, con sus 25 añitos, se ha planteado enseñar al mundo lo que es vivir a tope.

Desde luego está lejos de ilustrar el paradigma de la niñita fácil y feliz. Pero en lo que a estrellas atormentadas se refiere, ha dado un salto cualitativo con respecto a las intocabilísimas de la edad de oro de Hollywood, víctimas únicamente de la perfección de sus rasgos faciales y que hoy muertas, son paseadas en bolsos por infelices que las admiran por tan triste mérito. Nuestra dama de paso -a veces no tan- firme y mirada perdida deja muy claro que nos encontramos en otra generación. Ya me machaco yo solita, gracias. Eso para mí ya es ir a mejor.

Mucho ojo con confundirla con esas putillas de medio pelo que lo único que saben hacer es ponerse pedo con el dinero de papá. La Winehouse tiene una garra tremenda que va a la par con sus escándalos. Además es una ordinaria del copón lo cuál la honra sobre todas las cosas.

Recién casada con un quinqui que la casca, excéntrica y autodestructiva como sigue demostrando con cada nuevo tatuaje carcelario, parece invitarnos a disfrutar de cada canción como si fuese la última. Su propia madre declaró que le sorprendía que siguiese viva con tanto exceso... Tiempo al tiempo, pero por ahora la tenemos aquí y haciendo bastante ruido.

No hay más que buscar en youtube: cuesta encontrar un video en el que salga sobria. En este tuvimos suerte y la pillamos temprano, es toda una declaración de principios.

Amy guapita ¡que te queremos como eres! y como vas, siempre hasta las trancas. Leña al mono y que digan lo que quieran.

Nos quedamos con su discurso histórico al recibir el premio MTV.