7 de septiembre de 2007

Tenía que haberme comprado 15 cerdos y ahora tendría una estupenda piara que al menos me daría de comer. 15 cerdos, uno por cada uno de los años que llevaba criando a ese gamberro que ahora roncaba en la habitación contigua.
Eso pensaba Remedios cada vez que el niño llegaba a casa fumado o borracho o cuando la llamaba el director del colegio para decirle que el chaval ya no era capaz de aprobar ni la gimnasia. Y esó pensó hace unas horas, cuando la llamaron de comisaría para decirle que era la tercera vez que detenían a su hijo por hurto, y que esta vez no se libraría de un mes en el reformatorio.
Pero a pesar de lo cansada que estaba, notó que empezaba a invadirla una sensación de alivio y tranquilidad al pensar que al menos durante un mes sabría cada día donde estaba su niño.

7 comentarios:

mc clellan dijo...

Sencillamente cojonudo. Ni grandes alardes gramaticales, ni grandes metáforas. Al lío, que diría Mala Rodríguez. Me ha gustado mucho. La buena capacidad de síntesis es una virtud difícil de alcanzar.

ASR dijo...

No te creas, los cerdos también te pueden dar grandes disgustos, y es que como casualmente contamos hoy, ha quien les coge mucho cariño.

alakazaam! dijo...

Bienvenidísima amor!!

Como ya te dije me pareció un micro sencillamente cojonudo.

Sepas que me encanta que hagáis estas entradas que dan mil vueltas a las mías, y que son 100% panchiteras.

Esto cada vez empieza a parecer más una familia de verdad, aunque lo cierto es que tengo la idea de que ya lo lleva siendo desde hace ya...

Un abrazo

Genius Milenius dijo...

pues normal que se quede la madre mas descansada, la mia hace lo mismo

Anónimo dijo...

¿te he dado permiso para que cuentes de mi vida aqui?

strange dijo...

Gonza, cielo, tu eres un cacho de pan, apuesto a que ni siquiera recibiste un zapatillazo materno cuando eras pequeño...yo recibí tantos...

Marujita Robinson dijo...

A mi Manolo casi le arranca el morro un cerdo cuando era mozo, así que no sé qué da más disgustos...